Esta aproximación esta aún en vía de desarrollo, pero con resultados muy prometedores. Esto se está utilizando en tratamientos experimentales de cáncer empleando nanopartículas magnéticas o de oro. Estas nanopartículas tienen la peculiaridad de liberar calos, tras inducir su calentamiento bajo la influencia de un campo magnético externo alterno o por irradiación con un láser. Debido a la mayor sensibilidad de las células tumorales a incrementos de temperatura que las células sanas, se están teniendo buenos resultados en el tratamiento de ciertos tipos de tumores en combinación con quimioterapia convencional.